miércoles, 17 de diciembre de 2008

FotoCIUDADINVISIBLE

A partir de una de las tres ciudades invisibles propuestas -Baucis, Maurilia y Eutropia- del libro de Italo Calvino Las ciudades invisibles (los tenéis a continuación), tendréis que generar una serie coherente de cinco imágenes a partir de lo que las palabras del escritor italiano os hayan sugerido.

En Maurilia se invita al viajero a visitar la ciudad y al mismo tiempo observar viejas tarjetas postales que la representan como era: la misma plaza idéntica con una gallina en el lugar de la estación de ómnibus, el quiosco de música en el lugar del puente, dos señoritas con sombrilla blanca en el lugar de la fábrica de explosivos.

Ocurre que para no decepcionar a los habitantes, el viajero elogia la ciudad de las postales y la prefiere a la presente, aunque cuidándose de contener dentro de las reglas precisas su pesadumbre ante los cambios: reconociendo que la magnificencia y prosperidad de Maurilia convertida en metrópoli, comparada con la vieja Maurilia provinciana, no compensan cierta gracia perdida, que, sin embargo, se puede disfrutar solo ahora en las viejas postales, mientras antes, con la Maurilia provinciana delante de los ojos, no se veía realmente nada gracioso, y mucho menos se vería hoy si Maurilia hubiera permanecido igual, y que de todos modos la metrópoli tiene este atractivo más: que a través de lo que ha llegado a ser se puede evocar con nostalgia lo que era.

Hay que cuidarse de decirles que a veces ciudades diferentes se suceden sobre el mismo suelo y bajo el mismo nombre, nacen y mueren sin haberse conocido, incomunicables entre sí. En ocasiones hasta los nombres de los habitantes permanecen iguales, y el acento de las voces, e incluso las facciones, pero los dioses que habitan bajo esos nombres y en esos lugares se han ido sin decir nada y en su sitio han anidado dioses extranjeros. Es inútil preguntarse si estos son mejores o peores que los antiguos, dado que no existe entre ellos ninguna relación, así como las viejas postales no representan a Maurilia como era, sino a otra ciudad que por casualidad se llamaba Maurilia como ésta. (Calvino 2001, p. 43)

Os presento mi pueblo y su evolución....
Esto es parte de lo que me sugiere el texto y pretendo representar en las fotos.
Como todos, nació de la nada... Por eso este descampado, pero no sabemos que pudo haber antes de él.









Sin embargo... con el tiempo, los paisajes van cambiando, y donde antes había un descampado ya se empiezan a construir bloques de edificios para dar la bienvenida a la nueva gente... olvidando todo lo que pudo haber en ese lugar...













Finalmente, sobre lo que antes pudo ser otro pueblo, otras culturas, vuelven a surgir otras diferentes que probablemente no tengan mucho que ver con lo anterior debido a la evolución.


En ocasiones nos acordamos de cómo era nuestra ciudad o pueblo y cómo ha ido creciendo...
Pero el cómo era queda tan lejos que nos cuesta recordar. Probablemente cuando lo conocimos nunca pensamos que pudiera llegar a crecer y evolucionar tanto y tan rápido.

Probablemente, cuando ya no vivamos en él, y volvamos algún día para verlo, también habrá cambiado, y añoremos entonces lo que era, su esencia... la cual ya no podremos encontrar. Aún así, puede que esa nueva evolución nos guste y nos adaptemos a ella casi sin darnos cuenta...